Para una panza chata
Ejercicios para tonificar el abdomen y tomar conciencia
de tu cuerpo. Para una mejor postura. ¡Preparate para la bikini!
Existen secretos para tener la pancita chata. De acuerdo
con la musculatura de nuestro centro o power house (como la bautizó Joseph
Pilates). ¿Cómo está compuesta? Es como una caja que tiene como base el piso
pélvico (los músculos que sostienen nuestros órganos internos) y de
"tapa" el diafragma (el músculo que se expande cuando respiramos).
Rodeando esta estructura, se encuentra el transverso abdominal (músculo
conformado por fibras que forman anillos alrededor de nuestra cintura y nuestra
panza), que funciona como una faja que nos ciñe y sostiene.
Tenemos que trabajar nuestros músculos internos para que
se achate nuestra panza y se ciña nuestra cintura. Sostenemos principalmente el
transverso abdominal y los oblicuos internos, que son como dos bolsillos a los
lados de nuestro ombligo.
Nuestro cuerpo, no casualmente, se trabaja desde dentro,
empezando por los músculos más chiquitos y cercanos a los huesos, los que se
trabajan con las posturas de equilibrios, por ejemplo. Ese es el secreto de un
cuerpo estilizado, por eso los bailarines tienen esos cuerpos de músculos
largos y tonificados. A ellos nunca les hace falta adelgazar mientras hagan
estos ejercicios y su gimnasia!
Para trabajar el abdomen, primero y principal hay que ser
coquetas y no achancharnos al andar, alargando nuestra postura y metiendo
nuestro ombligo hacia adentro y hacia arriba, sosteniendo una leve contracción
en nuestro centro. Es como si tuvieras puesto un pantalón que te queda ajustado
y que si soltás la panza, se te nota el rollito. Pero de una manera relajada,
no exageres. Incluso, si estás embarazada, también debes hacerlo como si
abrazaras a tu bebé con este músculo de anillos.
Por otro lado, los típicos crunchs que hacemos en el gym,
subiendo y bajando la cabeza (muchas veces cometemos el error de hacerlos desde
los músculos del cuello en vez de los abdominales), sirven para fortalecer y
marcar nuestro recto abdominal. Eso sí, debemos tener en cuenta que no se nos
salga el ombligo para fuera y mantener nuestro centro conectado para que
nuestra panza se achate.
Movimientos para tener una panza chata.
1-
Parada con pies paralelos, mové la pelvis sacando y metiendo la cola, hasta
quedar con la pelvis en el centro: 3 minutos.
2-
Acostada boca arriba en el piso, colocá un vasito de plástico sobre tu ombligo
para chequear que no se mueva, y simplemente levantá una pierna en ángulo
recto, sostenela por 30 segundos y, exhalando, estirá la pierna. Inhalando,
cambiá de pierna y sostené por 30 segundos más. Repetí 3 veces con cada pierna.
3- En la
misma posición del paso dos, subí la pierna a sólo unos centímetros del suelo,
sostené 30 segundos y relajá exhalando; cambiá de pierna. Repetí 3 veces con
cada pierna, y ¡que no se te caiga el vasito que tenés sobre el ombligo!
4-
Estiramiento: boca abajo apoyando los codos, alargá la columna como una cobra
inhalando y exhalando, con la intención de llevar el ombligo a la espalda y al
techo. Empujá el pubis al piso, relajá y repetí nuevamente.
http://viaforo.com